estás en el estandar de Dios

“En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.”
Gálatas 5:6 NVI

Tu situación puede decirle al mundo tu clase social, tal vez te juzguen por lo que hiciste, pueden conocerte por lo que hacías y clasificar tu presente, pero Dios no.
Puede tu pasado serle útil a la gente, y ponerle un sello a tu persona, pero Dios tampoco es así.
Puedes no calificar para estar dentro del estándar en que se mueven y hasta puedes quedar afuera por no entrar en sus sistemas, ese mismo sistema que también es manejado por personas que curiosamente también tienen un pasado, igual que vos.
Dios no se rige por eso, el Señor es el amor mismo, es ese amor que cubre multitud de pecados, es el amor que todo lo perdona, el amor que confía, que espera que ayuda al caído y que va en pos de la oveja que se perdió. Jesús es el amor que restaura y carga en su hombro a la que se quebró.
No es Dios como el hombre que es también creación débil al igual que vos.
Dios piensa mucho más alto que nosotros, Dios cree y confía siempre en vos, Él te espera y cree que su poder podrá cambiarte cuando tu carácter ceda, cuando tu mano afloje y cuando tus rodillas finalmente se doblen.
Dios seguirá tomando tu mano, seguirá sacudiendo el polvo de tu caída y volverá a creer en vos para ayudarte a empezar de nuevo.
Él sólo quiere que te acerques, confiado, Él no te mide por estándares, no te clasifica, y si te pone un sello es para que tú mismo recuerdes a quien le perteneces.
Tal vez para la gente no clasifiques, pero recuerda: «Estás en el estándar de Dios.»